Por Victor Puac-Polanco
[Editor: El primer artículo de la serie “Violencia, definición y tipos de violencia” definió la violencia en base a la identificación de un actor como responsable del acto violento. Sin embargo, la identificación de un actor principal no siempre es tan evidente. Este artículo complementa la definición descrita en el primer ensayo [1], desde la perspectiva de la negación de acceso a las necesidades humanas básicas.]
Seth Holmes, etnógrafo de la Universidad de Berkeley, describió la experiencia de trabajadores inmigrantes de Oaxaca, México, mientras laboran en granjas agrícolas en los estados de Washington y California [2]. Estas granjas emplean mano de obra local y de inmigrantes regulares e irregulares (en este ensayo nos referimos como migración irregular a inmigrantes indocumentados). En estas granjas se crean clasificaciones sociales en relación al país de origen, raza, etnia y género de sus trabajadores. Esta clasificación permite abusos verbales y paga de sueldos desiguales a los trabajadores inmigrantes, independientemente de la cantidad o calidad de la labor. Por ejemplo, trabajadores con ciudadanía estadounidense tienen mejores salarios y beneficios laborales comparados a trabajadores de situación migratoria irregular.
“cualquier amenaza, intento, o afrenta a despojar de cualquier necesidad humana a otra persona debería ser considerado como violencia.”
El negar el acceso a beneficios laborales en base a criterios de discriminación por clases sociales, es violencia a la necesidad de bienestar y de identidad. “Necesidad” es todo aquello considerado indispensable para la sobrevivencia y bienestar de una persona [3].
Al utilizar el marco de necesidades básicas, Johan Galtung fundador del Instituto Internacional de Investigación para la Paz en Oslo Noruega, define violencia “como insultos evitables a las necesidades humanas básicas, y más globalmente contra la vida, que rebajan el nivel real de la satisfacción de las necesidades por debajo de lo que es potencialmente posible” [4-6]. Estas necesidades son la necesidad de supervivencia o el derecho a la vida; la necesidad de bienestar o el derecho a el bienestar personal y la salud, libre de cualquier sufrimiento; la necesidad de identidad o el derecho a representar una etnia, lenguaje o religión; y finalmente la necesidad de libertad o el derecho a ser libre de cualquier aprisionamiento injusto, derecho a tener voz y voto sin ningún tipo de represión. También existe la necesidad a un equilibrio ecológico, o el derecho a un medio ambiente estable, sin ningún tipo que degradación que impida el desarrollo de las necesidades de supervivencia, bienestar, identidad y libertad [4, 5].
Dentro de este marco, cualquier amenaza, intento o afrenta a despojar de cualquier necesidad humana a otra persona debería ser considerado como violencia.
Otro ejemplo es cuando gobiernos en países de bajos recursos no poseen la capacidad económica y de planeación para garantizar el acceso básico a la atención en salud para toda la población. El reporte anual de Estadísticas Sanitarias Mundiales 2014 de la Organización Mundial de la Salud detalla que de las 194 naciones que firmaron el pacto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, solo 37 (19%) han cumplido satisfactoriamente con los ocho objetivos [7]. Estos objetivos están diseñados para erradicar la pobreza, la mortalidad materna e infantil, garantizar la educación, igualdad, y el sustento del medio ambiente, detener el avance del VIH/SIDA y fomentar el desarrollo. De las 30 naciones que solo han alcanzado cumplir de tres a cero objetivos, 16 (53%) son de la región africana [7]. El incumplimiento de estos objetivos, entre ellos atención a la salud, es evidente en la reciente diseminación de la epidemia del ébola en tres países de la región africana. Negación de acceso a la atención básica en salud es otra forma de violencia contra la necesidad de bienestar.
Para identificar a los verdaderos responsables de la violencia en los dos ejemplos anteriores, necesitamos entender cómo se produce y justifica la violencia. Por ejemplo, puede ser incorrecto señalar a las personas que ejercen directamente el acto violento como responsables de la violencia. En el primer caso, aunque el supervisor directo de la granja ejerce la distribución desigual de sueldos y beneficios a sus trabajadores, el motivo de su acción discriminatoria está más relacionado a violencia de tipo cultural y estructural. Similar, en el segundo ejemplo, los médicos y personal hospitalario podrían ser erróneamente señalados como responsables de la crisis. Pero esta falta de atención en salud está relacionada a estructuras complejas que desencadenan y justifican la acción violenta.
En el siguiente artículo, definiremos la violencia indirecta, estructural y cultural y su relación a la violencia directa. Este conocimiento nos ayudará a identificar a los responsables de la violencia, y reducir el número de eventos violentos en un futuro.
Editado por: Alfredo Morabia y Mila Gonzalez.
Referencias:
1) Puac-Polanco, V. Violencia, definición y tipos de violencia. Salud Pública Global. Mayo 2014. https://saludpublicaglobal.org/2014/05/23/tipos-de-violencia/
2) Holmes SM. Fresh fruit, broken bodies: Migrant farmworkers in the United States. University of California Press, 2013
3) Maslow A.H. A Theory of Human Motivation. Psychological Review, 50, 370-396, 1943.
4) Galtung J & Dietrich Fischer. Johan Galtung: Pioneer of Peace Research. Springer New York, 2013.
5) Galtung J. Violence. Peace and Peace Research. Journal of Peace Research, 1969, Vol 6 (3): 167-191.
6) Galtung J. Violencia Cultural. Documentos de trabajo Gernika Gogoratuz, No. 14. Diciembre 2003.
7) World health statistics 2014, WHO Library Cataloguing-in-Publication Data.http://www.who.int/gho/publications/world_health_statistics/2014