Por Mila C. González
Nunca antes visto en las Américas, el virus chikungunya ha causado sobre medio millón de infecciones en el Caribe en solo ocho meses desde el primer caso de transmisión autóctona en la región [1]. Chikungunya es un virus que se transmite a través de la picadura de mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, los mismos mosquitos que transmiten el dengue. Los síntomas son similares a los síntomas del dengue como fiebre alta, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular. Lo que lo distingue del virus del dengue es el dolor agudo en las articulaciones lo cual puede durar varios meses pero pruebas de laboratorio son necesarias para confirmar la infección con el virus.
Como en el caso del dengue y el virus del Nilo Occidental, ha sido imposible prevenir la introducción y expansión de este virus en las Américas. Primero, la presencia del vector Aedes aegypti es amplia en el continente, lo cual es necesario para sostener la infecciones autóctonas en una población. Antes del 2004, los brotes de chikungunya se habían concentrado en África. Pero los cambios en la genética del virus permitieron que este se replicara en el mosquito Aedes albopictus, el cual facilitó la propagación del virus fuera del continente Africano [2]. Segundo, el incremento en el comercio y los viajes internacionales entre el continente Americano y las regiones o países donde el chikungunya es endémico, ha resultado en un alza de los casos importados de chikungunya en las Américas. Estos eventos han propiciado la transmisión local la cual ocurre cuando alguien que ha sido infectado con el virus regresa o visita un país y es picado por un mosquito Aedes aegypti durante el periodo de viremia y el mismo mosquito transmite el virus a otra persona por medio de una picadura. Tercero, la facilidad con la cual el vector transmite el virus también es importante. Un estudio de laboratorio encontró que el mosquito Aedes aegypti es capaz de transmitir tres distintas variaciones del virus [3]. Por estas razones, no es sorpresa que ya se hayan reportado casos de transmisión local en el Caribe, los Estados Unidos y otros países en Latinoamérica.
El Caribe es la región en las Américas que más ha sido impactada por el virus. En diciembre 2013, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud recibieron la primera notificación de un caso de transmisión autóctona de chikungunya en la isla de San Martín. Desde entonces, varios países caribeños no tan solo han confirmado la primera transmisión local del virus sino también han declarado una alerta de epidemia. En Puerto Rico, luego de 6 meses de vigilancia en la población, el 29 de mayo del 2014, se confirmó el primer caso de infección local [4]. Al 22 de agosto, ya se habían confirmado por laboratorio 993 casos de transmisión autóctona en la isla aunque se espera que este número aumente ya que hay un retraso en las pruebas de laboratorio de posibles casos. Por otro lado, en la República Dominicana se han reportado sobre 370,000 casos [1]. Estas cifras son alarmantes dado al gran número de viajes entre los Estados Unidos y estas dos islas caribeñas.
Una de las comunidades más grandes de dominicanos en el exterior se encuentra en la comunidad de Washington Heights en la ciudad de Nueva York…
Una de las comunidades más grandes de dominicanos en el exterior se encuentra en la comunidad de Washington Heights en la ciudad de Nueva York, por lo que es de esperarse que un alto número de los casos importados en este estado sean provenientes de la República Dominicana. Por ahora, sólo seis casos de transmisión local han sido confirmado en el estado de la Florida [5]. No obstante, existe la posibilidad de que este virus se proprague por otros estados dado a la presencia del vector en el sur de los Estados Unidos (Figura 1).

Hasta ahora no existe un tratamiento o vacuna contra este virus por lo que la prevención de la picadura de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus constituye la intervención más efectiva contra este virus. Históricamente, la prevención de otras enfermedades transmitidas por vectores en las Américas como el dengue y el virus del Nilo Occidental, ha sido un gran desafío desde la introducción de estas enfermedades en el continente. El dengue en las Américas se ha distinguido por la ocurrencia de epidemias cada 3 a 5 años y un alza constante en los casos reportados. Por ejemplo, en el 2007, se estimó que los casos de dengue reportados a la OPS fueron 8 veces más el número reportado en el 1980 [6]. Por otro lado, en el verano del 2012, el estado de Texas experimentó uno de los brotes más grandes del virus Nilo Occidental en los Estados Unidos doce años después de ser detectado por primera vez en este país [7]. Por lo tanto, es de esperarse que la transmisión del chikungunya en las Américas tenga un efecto considerable en este continente dado a que todos los factores necesarios para la transmisión local del virus están presentes.
El conocimiento adquirido a través de las lecciones del pasado se debe incorporar en los nuevos esfuerzos para la prevención de la transmisión del chikungunya en las Américas. Se sabe que la globalización y la reducción del programa de erradicación del Aedes aegypti ha resultado en una presencia mayor de este vector en el continente. En el caso de dengue, se considera que el crecimiento poblacional y el urbanismo no planificado, y por consiguiente las condiciones bajas en sanidad en estas áreas urbanas, han contribuido a la taza de mortalidad por dengue en las Américas [6]. Dos intervenciones que pueden disminuir las muertes por dengue son la expansión del acceso a los servicios de salud y el entrenamiento de servidores de salud con el propósito de mejorar el manejo correcto de pacientes con síntomas severo [8].
Por otra parte, existen oportunidades para mejorar los sistemas epidemiológicos de vigilancia de enfermedades y mosquitos en áreas de bajos recursos en el Caribe y Latinoamérica. Por ejemplo, en Nicaragua, el uso de sistemas de información geográfica (GIS) y mapas disponibles a través de Google Earth, ha demostrado ser efectivo en identificar zonas de alto riesgo para la propagación del mosquito que transmite el dengue [9]. La aplicación de dispositivos móviles en el área de la salud (“m-Health”) también promete avanzar en el conocimiento sobre las causas de la densidad del vector del dengue en países como Colombia [10]. Además, exiten oportunidades para fortalecer los lazos entre los sistemas de salud pública y las instituciones académicas y el sector privado con el propósito de avanzar la implementación de nuevas estrategias haciendo uso de la base de evidencia más reciente. Por ende, la respuesta a la epidemia del virus chikungunya en el Caribe no tan solo deberá incluir medidas tradicionales de salud pública, sino también medidas inovadoras para poder prevenir nuevas infecciones y la expansión del virus en las Américas.
Editado por Alfredo Morabia y Leslie Davidson. Foto crédito: James Gathany/CDC.
Referencias
- OPS (Organización Panamericana de la Salud). Número de casos reportados de fiebre chikungunya en las Américas, por país o territorio 2013-2014 (por semanas). Semana Epidemiológica / SE 34 (actualizada a 22 de agosto del 2014). Washington, DC: OPS.
- Tsetsarkin, K.A., Chen, R., Sherman, M.B., & Weaver, S.C. (2011). Chikungunya virus: evolution and genetic determinants of emergence. Curr Opin Virol., 1(4):310-7.
- Vega-Rúa, A., Zouache, K., Girod, R., Failloux, A.B., & Lourenço-de-Oliveira, R.(2014) High Level of Vector Competence of Aedes aegypti and Aedes albopictus from Ten American Countries as a Crucial Factor in the Spread of Chikungunya Virus. J Virol., 88(11):6294-306.
- El Nuevo Día. (29 de mayo, 2014). Confirman primer caso de chikungunya en la Isla. http://www.elnuevodia.com/confirmanprimercasodechikungunyaenlaisla-1782953.html.
- CDC (U.S. Centers for Disease Control and Prevention). 2014. Chikungunya virus in the United States. http://www.cdc.gov/chikungunya/geo/united-states.html (accesado el 28 de agosto del 2014).
- San Martín, J.L., Brathwaite, O., Zambrano, B. et al. (2010). The epidemiology of dengue in the Americas over the last three decades: A worrisome reality. Am. J. Trop. Med. Hyg., 82(1), pp. 128–135.
- CNN. (15 de agosto, 2012). Dallas declara emergencia por un brote de virus del Nilo Occidental. http://mexico.cnn.com/salud/2012/08/15/dallas-declara-emergencia-por-un-brote-de-virus-del-nilo-occidental.
- Tomashek, K.M., Gregory, C.J. […], & Sun, W (2012). Dengue deaths in Puerto Rico: Lessons learned from the 2007 epidemic. PLoS Negl Trop Dis, 6(4): e1614.
- Chang, A.Y., Parrales, M.E., Jimenez, J., Sobieszczyk, M.E., Hammer, S.M., Copenhaver, D.J., & Kulkarni, R.P. (2009). Combining Google Earth and GIS mapping technologies in a dengue surveillance system for developing countries. Int J Health Geogr., 8: 49.
- OPS. eHealth Experience: eMOCHA, a mobile platform for a dengue-free city. http://www.paho.org/ICT4Health/index.php?option=com_content&view=article&id=199%3Aemocha-una-plataforma-movil-para-una-ciudad-libre-de-dengue&catid=14%3Aarticulos&Itemid=44&lang=en (accesado el 3 de junio del 2014).
- CDC. 2014. Chikungunya: Information for vector control programs. http://www.cdc.gov/chikungunya/pdfs/CHIKV_VectorControl.pdf (accesado el 28 de agosto del 2014).